Se dice que solo una se puede comprobar una amistad verdadera, cuando te toca compartir los instantes más amargos y difíciles. Es sencillo mantener los lazos cuando las cosas marchan tal y como lo deseamos. Pero cuando todo se vuelve en contra nuestra, hace falta tener agallas para demostrar que siempre se va a permanecer ahí, para apoyar a quien más lo necesita. Y es que, ser un amigo de verdad es una acción que requiere de mucho valor. Tanto o más del necesario para enfrentarnos con nuestros peores miedos.
La amistad es la “familia” con la que elegimos compartir todos los momentos de la vida☺
(esta es una historia de dos hombres que van a la guerra, y dan su vida uno por el otro)
Es muy fácil considerar a una persona que no conoces muy bien como tu amigo, pero cuando en verdad conoces bien a esa persona y la consideras un verdadero amigo, es un sentimiento bastante confortable, porque sabes que en esa persona puedes confiar siempre, así sea en las buenas o en las malas.
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